De 30 metros de largo por 6 de ancho fue diseñada por Chan Sau Yan, una empresa con base en Singapur y es la primera de su clase en China. La particularidad reside, como ya dijimos, en su fondo transparente, y en que sobresale de la estructura del edificio, permitiendo a los nadadores observar hacia abajo desde el piso 24 del hotel.
"Queremos que nuestros huéspedes se sientan como en el cielo", explican los voceros de la cadena hotelera. Y efectivamente ese es el efecto conseguido, según declaró un invitado: "Me sentí como si estuviera volando. Es una experiencia única. Desde dentro de la piscina, al nadar, pude ver toda la ciudad, fue maravilloso", contó un asombrado huésped.
¿Se animarían a dar un chapuzón en las alturas?
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