La comunicación juega un papel preponderante en la vida de pareja, y se dice que si es pésima puede dar al traste con una relación, no importa su tipo: esposos, novios, amantes, amigos con derecho, romance, etc.
La mujer es quizás más incisiva e irónica que el hombre a la hora de expresarse, aunque esto no quiere decir que su léxico sea más dañino. Hemos identificado, a nuestro entender, las 10 frases más peligrosas de la mujer en la relación. Son aquellas que colocan al hombre contra la espada y la pared, lo ponen “tuche”.
1.- “Tenemos que hablar”. Un hombre generalmente dice: quiero hablar contigo, tenemos que conversar, pero ese “tenemos que hablar”, cortante, medio seco, de parte de tu pareja, te indica que lo que viene podría ser una hecatombe.
2.- “¿Y para dónde tú vas?” Aunque sea con un “dejaíto” caer, es una frase de peso, sobre todos si te bañas, te viste, te perfumas y crees que ella está muy ajena a lo que está ocurriendo. Luego suena el trueno. La frase tiene mucho más impacto si has recibido alguna llamada o ella ha visto algún movimiento extraño.
3.- Parecida a la anterior es la frase “¿Y dónde tú ‘tabas?”. Hay algunas damas que la preguntan inmediatamente uno atraviesa la puerta. Hay otras que se comportan de manera normal, te dan el mismo tratamiento de siempre, pero luego sueltan el bombazo: “¿Y dónde tú ‘tabas?” Muchos de los que andan en malos pasos, ya tienen el libreto preparado.
4.- “Yo voy pa’ allá”. No importa donde estés, sea en Nueva York, divirtiéndote, trabajando o hasta en casa de tu madre echando una pavita. Cuando una mujer te dice “Yo voy pa’ allá”, debes prepararte, porque no la para nadie. Esta expresión puede tener diversas implicaciones, sobre todo si ella sospecha que andas en malos pasos.
5.- “¿Quién es fulana?”. Bueno, hermano, invéntese un nombre, una historia. Aunque “fulana” no exista, ya está concebida en esa prodigiosa mente, en ese ser al que se le atribuye el sexto sentido. Y después de la frase “¿Quién es fulana?”, pueden venir las preguntas. ¿Cómo la conociste? ¿La quieres? ¿Qué tiene ella que no tenga yo? ¿Besa bien? ¿A qué saben sus besos? ¿Te acostaste con ella?
6.- “No quiero ni verte”. Si esta frase es dicha en un momento de cólera, ¡oye!, te lo dijeron, deja que el pique se le pase, aléjate por un largo momento, porque si te quedas ahí la cosa puede empeorar.
7.- “¿De quién es este número de teléfono?” Mire, hermano, si tú acabas de llegar a la casa y ella te espera en la puerta, con una mano en el marco de la misma y la otra en la cintura, prepara lo que vas a decir.
8.- “¿Por qué estás llegando tan cansando?” Para muchos hombres esta oración podría pasar desapercibida, pero tiene un mensaje subliminal bien clarito. Algunas fichas se te están pasando. Y no esperes que ella pregunte: ¿Por qué estás llegando tan cansado, que no juegas con los niños? No, esa frase viene si te estás quedando dormido y si el “cuchi cuchi” no está ocurriendo con la frecuencia a la que la tienes acostumbrada, o con la regularidad que demanda la fogosidad de ella.
9.- “Estoy Jarta”. Sí, todos sabemos que la forma correcta es harta, pero cuando una dama diga que está jarta, marcando el sonido de la j y dividiendo la palabra por la mitad, es decir, estoy Jar-ta, y además de eso agrega tu nombre, ponle atención, que la “jartura” podría causar una apoplejía a la relación.
10.- “¡Quiero conocerla!”. Mire, hermano, esta frase es para recoger. Generalmente es dicha de la manera más tranquila y en el momento que tú menos la estás esperando. Preguntarás: ¿pero a quién?, te pondrás nervioso, balbucearás sorprendido, pero esa frase atómica la dicen ellas cuando están seguras que el pichón está visitando otro nido.
Aclaramos que no somos psicólogos ni expertos en temas de pareja, simplemente tenemos muchas amigas (no parejas), y después de los 30’s algo uno va aprendiendo.
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